jueves, 16 de junio de 2016

Silencio.

Con la primera hostia asomaron lágrimas y una palabra de perdón.
Con la segunda un “Lo siento, te amo, no volverá a ocurrir”.
Con la tercera un ramo de flores precioso.
Con la cuarta, una borrachera y dos noches durmiendo fuera.
Con la quinta, tres costillas rotas.
Con la sexta, la mandíbula destrozada.
Con la séptima la primera denuncia.
Después la orden de alejamiento,
el acoso,
la segunda denuncia.

Silencio.

La sala de autopsias.
El cementerio.





sábado, 11 de junio de 2016

Sé tú misma pero.

Voy a silbarte por la calle porque puedo y tu cuerpo es de dominio público.
¿Qué es ese pelo? Depílate, mujer,  que es antihigiénico, y así no vas a encontrar un hombre que te quiera. Porque tus acciones, claro, tus acciones siempre giran en torno a llamar la atención de los hombres y no para sentirte bien contigo misma.

Voy a tocarte sin tu permiso para decirte lo bien que hueles, a opinar sobre tu culo sin que me hayas pedido opinión, a llamarte zorra si me das calabazas y a proponerte un trío si veo
que tienes novia porque no soporto que dos mujeres sientan placer sin un hombre de por medio, pero luego llamaré "maricones" a esos dos chicos que van de la mano.
Súbete la falda que pareces una estrecha pero no la lleves tan corta, no,  que pareces una puta.

Eres una histérica.

¿Y ese escote? Vas pidiendo guerra, luego no te quejes si los tíos te manosean en las discotecas.
¿Por qué lloras? ¿No tienes autoestima? Tienes que estar segura de ti misma.
Sé tú misma pero depílate,
Sé tú misma pero ve a la moda,
Sé tú misma pero ten hijos, que se te pasa el arroz.
Sé tú misma pero no estés gorda
Sé tú misma pero adelgaza,
Sé tú misma pero haciendo lo que yo te digo,
Sé tú misma siendo mi esclava.