domingo, 15 de marzo de 2015

Me bastó besarte.



Para reconstruir, para emparedar los recuerdos y convertirlos en los cimientos de todas mis ruinas, me bastó besarte.

Me he planteado cambiar el pasaporte,
renegar de una patria sin nombre y anclar
mis raíces a la curva que forma tu espalda

Transformas la habitación
-y mi vida-
en la utopía que nadie se atrevió a soñar.

Desgarras mi corazón
y éste empieza a dictarme
todos los te quieros que llevan dibujados
cada una de tus pecas.

Dejaste tu corazón de carmín
escrito en el espejo de mi armario,
la guerra en las sábanas,
los versos en el cuello
tu letra en las ventanas,
en definitiva,
eres
el olor a café recién hecho
un domingo de resaca.

No creo en la suerte,
pero creo en ti,
y eso es lo más parecido a creer
en los milagros
que conozco.

martes, 10 de marzo de 2015

Imagina.

La luz rosácea del amanecer,
el olor a azahar,
el sonido de las uñas de los perros abandonados
paseando por el asfalto.
La miel,
su sabor,
el tacto de una jarra de cerveza
congelada
encima de la barra de tu bar favorito.
La luz de las velas
reflejada en la piel de la persona
a la que amas.
La sonrisa de tu hermano pequeño,
el olor a libro nuevo,
las ganas de aprender,
el sabor del primer beso,
tu primera vez.
La expresión de unos ojos
cuando reciben un regalo inesperado,
los cuadros de Klimt, de Dalí, de Frida Kahlo,
pisar la hierba con los pies descalzos,
el sonido de un saxofón,
la música de Bethoveen, de Metallica,
de Jorge Drexler,
la fidelidad de los perros,
el ronroneo de los gatos
el cine de Kubrick, de Buñuel,
la poesía de Lorca, de Pizarnik,
de Alfonsina Storni,
los arco iris,
las estrellas,
el atardecer,
la rutina.
Imagina que todo eso desaparece a golpe de bomba.


Imagina tu vida en Palestina.