lunes, 12 de enero de 2015

Si pudiera besarte ahora mismo, estaría besándote desde ayer.

He mirado a los ojos de la muerte
y he sacado de mis entrañas el te quiero
que llevaba escondiendo tanto tiempo
en estos trozos de cristal roto
al que algunos osan llamar
corazón.

— Se me han saltado las lágrimas al saborearlo— .

He suspirado, he conseguido volar
hasta tu boca y he susurrado un:
“Quiero besarte hasta las lágrimas que aún no han caído.”

Pero, ¿qué se puede esperar de una persona
que te abraza tan fuerte que consigue unir
lo que llevaba tanto tiempo roto?

Quiero tener el descaro
de aprenderme de memoria los lunares de tu espalda,
porque sí,
cada lunar suma una razón para besarte
y te aseguro que sería capaz de pintarte,
una a una, todas las constelaciones de cada galaxia.

— No puedo calmar a las musas cuando se trata de ti— .

Has abierto la caja de Pandora
y un ejército de mariposas
ha cubierto mis sábanas de tu perfume.

— Mi coraza está volando por los aires que mecen tu pelo— .

Ya te lo dije una vez.
Si pudiera besarte ahora mismo, estaría besándote desde ayer.





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