miércoles, 27 de noviembre de 2013

Hablemos de impotencia.

Os escribo desde el suelo,
usando mis suspiros de tinta.
Yo, que creía haber sacado
el puñal de mi estómago
-Insensata, eso me pasa por lista-.

Jodido puñal de la impotencia.

¡¿Qué te he hecho yo a ti?!
¿Destrocé tus sueños?
¿No te afilé como debí?
Mierda.
MIERDA.

Sonrisa muerta,
rabia contenida,
ansiedad derramada
en un silencio homicida.

Misma fecha,
cero clemencia,
mismo sentimiento,
volvemos a urgencias.

Pero esto
no puede arreglarlo un médico.

No consiguen sacarme el puñal,
al fondo un niño llora,
-¿Qué le ha pasado a esa chica?
-Cariño, ha perdido las formas.

Pero cómo explicarle
a un niño
que la impotencia
de la traición
no es como una espina
que gira,
baja y sube.

Que la impotencia
te folla y no deja propina.
Que te conviertes en su puta,
y como su puta te prostituye.

domingo, 24 de noviembre de 2013

Tengo miedo.

Tengo miedo del Sol
cuando refleja en tus ojos
el miedo a la soledad,
y mis esquemas
se encuentran en tu caos.

Tengo miedo de besarte
por última vez
sin saberlo,
por ello te beso
como si cada roce
de nuestros labios fuera el último.

Tengo miedo de la belleza
de tus lágrimas
que construyen palacios
de cristal
alrededor de tu sonrisa.

Tengo miedo de tus sueños,
pues allí no puedo protegerte
pero es que, amor,
protegerte es protegerme
de los míos...

Y eso sí que me acojona:
Quedarme a solas con mis miedos,
y sin ti.

domingo, 17 de noviembre de 2013

Deseo caleidoscópico.

Un buenos días
en formato orgasmo.
Un gemido
en tejido suave,
su pelo largo
enredado en mi cuerpo,
su boca tenue
bebiéndose el aire.
Sus dientes clavados
en mi cuello,
despojado
de armadura,
su sonrisa de vicio
al besarme los labios
su mano traviesa
disipando la duda.
Su piel erizada,
sus miedos,
sus dudas
transmutan en sexo
orgasmos y dulzura.

domingo, 10 de noviembre de 2013

No te elegí musa.

Nos escribo en noches de lujuria
cuando la Luna
se masturba mirándonos
mientras hacemos el amor.

Suspiras en mi oído
dibujando gemidos
en mi espalda,
y tus uñas se convierten
en pinceles y mantras
que claman
orgasmos
en La Menor.

No te elegí musa,
ni puta, ni casta.
De eso se encargó
mi colchón.

Pero te elegí amada,
húmeda y derrotada
en cada gota
de tu ardor.

sábado, 9 de noviembre de 2013

Tus constelaciones.

Te escribo cuando la noche
pierde el rumbo en las constelaciones
de tus lunares
y me busca para encontrarte.

Suspiro cuando un lamento
asoma en tus ojos
y calmo tu fragilidad
con mi ansia.

Te miro cuando el sol
proyecta tu sombra sobre mi pecho
y te muestras tan frágil
como esas cajas con letrero
que siempre acaban rotas.
(Aunque no será éste el caso).

He sentido en mi piel
tu piel de gallina
cuando mis dedos recorren
tu vientre
y tus sentidos se erizan
con el mínimo roce.

He temido poder ver en tu sonrisa
un universo infinito
y perderme en él,
pero llegadas a este punto,
te diré que perdiéndome
he muerto...

(Para conocer el verbo "vivir" desde ti).

domingo, 3 de noviembre de 2013

Punto de partid(x)

Esto no es un poema de despedida.

No es una maldita
carta de agradecimiento
por cada beso
cada abrazo
o cada caricia.

Esto no es una promesa
de amor eterno.

Esto es una declaración
de amor.
Del que duele
y del que alivia.
Ahora es cuando
dudo
en si es el punto
de partido,
o es el punto
De partida.

Sangra el cielo.