martes, 18 de septiembre de 2012

Insomne

Insomne. Embriagadora locura que me ahoga. Luz potente que me ciega. Ánima errática que me abraza en la distancia. Florituras tremebundas de un corazón asfixiado que palpita en un último esfuerzo. El eco de un suspiro que conozco. La sonrisa de un abismo que me llama y me dice: No te vayas.
Acurrucada en mi subconsciente permanece adormilada una sensación que duerme. Una sensación...Una pasión tan voraz e incansable que incluso asusta. Un temblor de notas que viaja en una suave melodía con su vaivén correspondiente.
Ideas sin palabras y palabras sin sentido de algo que ni te atreves quizás a sentir pero que merma tu capacidad de frenada ante algo que te llama a gritos: Tu corazón.

Ése que ahoga, ése que palpita sin preguntar, ése que se sale del pecho e insta a decir cosas que pensabas no volver a decir nunca. Ése mismo corazón que hace que la voz apagada que calló una vez vuelva a la vida y te haga sentir viva. Ése corazón que al mismo tiempo duele. Ése corazón que encoje el alma, ése corazón que consigue decir lo que siente en ése instante, sin pararse a pensar siquiera si decía un disparate.

Como una obra de arte encerrada en un sótano, como un beso a escondidas, cómo un escalofrío, como un bohemio escultor que talla a la mujer de sus sueños, ésa que ha sacado de su imaginación. Ésa musa. Ésa reina. Ésa mujer...Ésa realidad.

1 comentario: